viernes, 15 de abril de 2011

“DESASTRE…… ¿NATURAL?”

Pues la lectura trata sobre lo que por desgracia los habitantes de Japón están viviendo pues son situaciones que son impredecibles e inevitables pero pues aunque en Japón hay  profesionales con un intelecto altísimo la situación se salió de sus manos pero para ello pues saben que están en una zona altamente sísmica entonces ellos debieron de haber obtenido nuevas formas para poder obtener energía un método que pase lo que pase minimícelos efectos que pueda causar a su país, pero pues no cuenta el hubiera  y de alguna u otra forma no paso a mayores porque gracias a que cuentan con mar los profesionales en cuanto esos aspectos de radiación pudieron bombera agua del mar hacia los núcleos para así poderlos enfriarlos aunque los reactores quedaron inservibles.
“CONCLUSION”
Pues la situación de los desastres naturales ciertamente son impredecibles pero yo sí creo que los países deben estar preparados para ciertas situaciones y que de esta manera la población no se vea amenazada yo creo que nuestro país no está preparado para una situación de esta magnitud.
Yo considero que las propuestas más viables para estar preparados es crear nuevas fuentes de energía que no dañen nuestro medio ambiente porque como en la actualidad se encuentra pues no está para dañarse más.

“DIFERENCIA CON DESASTRE DE CHERNOBYL EN 1968”
Desastre en Japón podría ser peor que Chernóbil
Por Stephen Leahy
UXBRIDGE, Canadá, 18 mar (IPS) - Un desastre nuclear peor que el accidente de Chernóbil en 1986 podría estar gestándose en Japón, donde cientos de toneladas de combustible atómico altamente radiactivo se hallan a cielo abierto y podrían incendiarse, contaminando la atmósfera.
Muchos países han aconsejado a sus ciudadanos que abandonen Japón.

"Esto es territorio desconocido. Hay 50 por ciento de posibilidades de que pierdan los seis reactores y sus estanques de almacenamiento", dijo Jan Beyea, físico nuclear en la firma consultora estadounidense Consulting in the Public Interest.

"Estoy sorprendido de que la situación no se haya agravado más rápido… Pero si no hay avances será cuestión de días antes de que el combustible usado se derrita", dijo Ed Lyman, físico en la Unión de Científicos Comprometidos y experto en diseño de plantas nucleares.

La central de Fukushima Daiichi, en el oriente de Japón, fue dañada por un poderoso terremoto y un tsunami el 11 de este mes.

Se calcula que hay unas 1.700 toneladas de combustible atómico usado pero todavía peligroso en los estanques de almacenamiento cercanos a los seis reactores, según Kevin Kamps, especialista en desechos radiactivos de la organización ambientalista estadounidense Beyond Nuclear.

Los estanques mantienen desde hace 30 o 35 años combustible usado en los reactores número tres y cuatro, pero han perdido capacidad de contención y la mayor parte, si no toda, de su agua refrigerante. Podrían incendiarse, lanzando partículas radiactivas a la atmósfera, dijo Kamps a IPS.

El jueves, helicópteros militares japoneses protegidos con plomo lanzaron agua de mar sobre los reactores tres y cuatro, en un desesperado y riesgoso esfuerzo por enfriarlos.

Si parte del combustible gastado se incendia y propaga, enormes áreas de Japón "podrían quedar contaminadas con Cesio-137 por 30 o 50 años", dijo Beyea a IPS.

El Cesio-137 permanece radiactivo por más de cien años. Es una conocida fuente de cáncer y tiene otros impactos en la salud. Una vez liberado, es muy difícil de controlar. El cesio es la razón por la cual gran parte de la región donde se produjo la explosión de Chernóbil, en lo que hoy es Ucrania, sigue siendo inhabitable 25 años después.

Un estudio se salud realizado en 2010 por la estadounidense Universidad de Carolina del Sur mostró que los niños y niñas que nacieron luego del desastre, incluso a más de 75 kilómetros de distancia, tenían problemas crónicos en sus pulmones debido a la presencia de Celsio-137 en las partículas de polvo y en el suelo.

"Las partículas de cesio fueron desparramadas cientos de millas durante el fuego intenso de Chernóbil", explicó Kamp.

En comparación, Chernóbil tenía en total 180 toneladas de combustible nuclear, mientras que Fukushima Daiichi cuenta con 560 toneladas en sus reactores, más 1.700 de combustible gastado.

"La industria nuclear de Japón y de Estados Unidos sabían que la pérdida de refrigerante en los estanques de almacenamiento de combustible usado constituiría un grave problema, pero simplemente dijeron que nada pasaría", señaló Beyea, co-autor de un estudio en 2004 sobre este mismo tema para el Consejo Nacional de Investigaciones de la Academia Nacional de Ciencias estadounidense.

Al haber trabajado en la industria, Beyea dijo estar convencido de que ésta es administrada por ingenieros demasiado confiados en sí mismos que minimizan o ignoran la probabilidad de desastres.

Los reactores nucleares generan enormes cantidades de calor, y deben ser constantemente enfriados para impedir que el contenedor del combustible entre en llamas y que éste se derrita.

Ya que una reacción nuclear no se puede apagar, cuando el combustible usado es sacado de un reactor aún continúa generando gran cantidad de calor y debe ser enfriado bajo agua durante entre cinco y 20 años.

Todos los reactores tienen estanques de almacenamiento con gruesas paredes reforzadas de concreto, ubicados a unos 15 metros de profundidad, conteniendo unos 1,5 millones de litros de agua. Esta agua pronto se calienta y debe ser constantemente reemplazada por otra fría.

La pérdida de electricidad y las fallas de los generadores de respaldo en Fukushima Daiichi limitaron el flujo de agua a los estanques de almacenamiento y los reactores.

Los niveles de radiación dentro de la planta ahora han subido tanto que es peligroso para los trabajadores seguir allí bombeando agua marina.

Lo habitual es usar agua potable, porque el agua marina contiene sales que a la postre degradan los metales. Pero ésta es una emergencia.

La radiación alcanza niveles mortales cuando no hay suficiente agua para cubrir un estanque de almacenamiento, explicó Kamps.

"Será muy difícil acercarse lo suficiente para enfriar los estanques", admitió. "Si lo peor sucede, y se incendian los seis estanques, será un desastre inimaginable. Podría ser peor que Chernóbil", alertó.

La cantidad de cesio que podría ser liberada en Fukushima es muchos miles de veces más que la propagada por la bomba sobre Hiroshima en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), reconoció Beyea.

"Japón afronta enormes impactos potenciales en su economía, su sociedad y la salud de su pueblo", dijo, añadiendo que estos podrían durar décadas.

“INVESTIGACION DE LOS REACTORES NUCLEARES EN JAPON”

Una segunda explosión sacudió a la planta nuclear japonesa dañada por un terremoto, donde las autoridades trabajan de forma desesperada para evitar la fusión del núcleo de los reactores.
El terremoto más grande en los registros de Japón desactivó la refrigeración de apoyo de varios reactores afectados en una planta nuclear en la prefectura de Fukushima al norte de Tokio, lo que causó una acumulación de calor y presión.
Todo esto plantea una pregunta ¿qué pasa ahora en el núcleo de los reactores nucleares?
El núcleo de un reactor consiste en una serie de tubos o varillas metálicas de circonio que contienen pellets de combustible de uranio almacenado en los que ingenieros llaman equipos de combustible.
Se bombea agua entre las varillas para mantenerlas frescas y para crear el vapor que impulsa una turbina generadora de electricidad.
La refrigeración de apoyo tuvo problemas varias veces durante los últimos tres días en los reactores 1, 2 y 3 en la planta de Fukushima.
En el funcionamiento normal de un reactor, neutrones de energía alta del combustible de uranio golpean átomos y los rompen, en una reacción en cadena que genera calor, nuevos elementos radiactivos como estroncio y cesio, y nuevos neutrones que continúan el proceso.
La reacción en cadena se detuvo a pocos segundos del terremoto en todos los reactores nucleares en Japón, inclusive los más afectados, ya que se apagan automáticamente: barras de control hechas de boro se insertaron en el combustible, que absorbieron los neutrones.
Sin embargo la degradación natural de los materiales radiactivos en el núcleo del reactor continúa produciendo calor, llamado calor residual, que cae a un cuarto de su nivel original durante la primer hora, y luego desaparece más lentamente.
Normalmente ese calor es eliminado por bombas de refrigeración que en la planta de Fukushima perdieron el suministro de energía de emergencia a causa del terremoto, el tsunami o ambos.
Trabajadores de emergencia intentan refrigerar los núcleos del interior de los reactores y remover el calor residual con el bombeo de agua de mar al interior de estos. Agregaron ácido bórico al agua de mar para intentar detener las reacciones nucleares aun más, como medida adicional de precaución.
La refrigeración de los reactores es importante porque aunque se hayan detenido las reacciones en cadena, aun queda suficiente calor para fundir las varillas metálicas que rodean el combustible de uranio. Si estas se calientan lo suficiente, reaccionan químicamente con el agua que las rodea, lo que produce un gas de hidrógeno explosivo.
Fue ese gas de hidrógeno lo que causó las dos explosiones en la planta de Fukushima, en la unidad 1 el sábado y en el reactor 3 el lunes, según expertos y funcionarios.
Ingenieros intentaron ventilar el hidrógeno hacia la atmósfera, lo que también contribuyó a cierto grado de radiación local porque el gas contenía pequeñas cantidades de partículas radiactivas.
El núcleo del reactor está dentro de un espeso contenedor de acero, rodeado por una estructura de contención de hormigón. Alrededor del conjunto hay un edificio más abierto con una cobertura bastante delgada a la que no se le da una función estructural importante.
Las explosiones de hidrógeno sólo dañaron al edificio externo, que colapsó, no a las estructuras internas, según las autoridades.
Si se rompiera una cúpula de acero en el interior de un reactor, subirían los niveles de radiación. Pero a esta altura ya no hay suficiente calor como para destruirlas, dicen expertos.
Aun queda el riesgo de que se funda el núcleo, que es lo que ocurrió en Three Mile Island en Pennsylvania en 1979. En ese caso, el sitio sería sellado en forma permanente.
Chernobyl en 1986 fue una situación diferente donde las barras de control no lograron controlar la reacción de fisión en cadena, y esto llevó a explosiones que destruyeron el reactor, lo que derramó radiación que contaminó a Ucrania y Europa en el peor desastre civil en la historia mundial.

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